Corea del Norte ha advertido este lunes a Naciones Unidas
de que «castigará despiadadamente» a los integrantes de cualquier misión
que la organización internacional decida enviar a territorio norcoreano
para investigar la situación de los Derechos Humanos bajo el régimen de Kim Jong Un, ha informado la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Esta hipotética misión, que significaría la apertura de una
oficina internacional en Corea del Norte, forma parte del conjunto de
recomendaciones del duro informe emitido pasado mes de marzo por la ONU,
y en el que se acusa a Pyongyang de atrocidades equiparables a las perpetradas durante el Nazismo.
Las autoridades norcoreanas repudiaron dicho informe en su
totalidad, aseguraron que el material que contenía era una
«falsificación» orquestada por Estados Unidos, Japón y la Unión Europea,
y acusaron al juez australiano Michael Kirby, supervisor del documento,
de ser un «repugnante viejo verde con 40 años de homosexualidad a sus espaldas».
Ahora, el Comité para la Reunificación de Pyongyang ha
advertido de que «cualquier persona que amenace la dignidad y el sistema
social de Corea del Norte, y se decida a participar en esta misión»
para investigar los derechos humanos, «será castigado sin piedad».
La misión no es más que «una provocación repulsiva y sin
más motivos que los políticos», auspiciada por una «organización
encargada de generar conspiraciones antinorcoreanas, y que lideran Corea del Sur y Estados Unidos».
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